Desde el inicio de la emergencia sanitaria, los pequeños locales comerciales han visto reducidas sus ventas, poniendo en riesgo las fuentes de trabajo que generan: las tienditas emplean a cerca de dos millones de personas en todo el país, de acuerdo con los Censos Económicos 2019 realizados por el INEGI.
Además, muchos de los productos que ofertan en las tienditas del barrio provienen de diversas regiones del país gracias a cadenas colaborativas donde miles de personas trabajan estrechamente.
Al respecto, José Cacho, vicepresidente de Cadenas Productivas del Consejo Nacional Agropecuario, indica que en México “hay más de cinco millones y medio de pequeños productores que representan cada uno de ellos a una familia; todas han sido afectadas por la pandemia, simplemente por el tema distanciamiento social; el problema de la logística y de la comercialización por el difícil acceso físico para llegar a los destinos”.
Evangelina Jiménez, dueña de la tiendita La Orquídea, recuerda que “sí hubo un momento en qué decíamos pues ¿qué va a pasar? porque no había productos, no hay qué comprar”.
Además, señala que en la colonia “hay unos vecinos que se dedican a hacer salsas, tortillas a mano; muchos jóvenes que estaban en la universidad están haciendo pays o panqués, vienen, los dejan aquí y así nos apoyamos los unos a los otros. Este negocio es una fortaleza para la comunidad”, afirma.
Al consumir estos productos locales también se ayuda a la economía regional, toda vez que se generan empleos e incorporan a muchas familias a estas cadenas productivas, por lo que se ha iniciado un movimiento en todo el país para fomentar el consumo local.
De ahí la importancia del trabajo que están realizando distintas compañías, como la Industria Mexicana de Coca-Cola y otras empresas de alimentos y bebidas, impulsando esas cadenas productivas tanto porque sus productos benefician a toda la cadena de valor como por el apoyo que dan a las tienditas a través de distintas iniciativas.
Para José Cacho las tienditas “son cadenas de producción bien planeadas, donde se busca reducir los desperdicios y maximizar los recursos y las utilidades, para beneficio de todos los integrantes la cadena”.
Las más de un millón doscientas mil tienditas, fruterías, misceláneas o verdulerías como la de Evangelina, necesitan del consumo de estos productos mexicanos, pues al hacerlo también se apoya a la economía de muchas familias.
Cada tiendita es el eslabón crucial en una gran cadena de trabajo; es momento de apoyar el consumo local comprando en la tiendita de la esquina. ¡Hagamos Esto Juntos!
Fuente: MILENIO
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