San Luis Río Colorado, Sonora.- El pasado 23 de mayo del 2018, en una de sus conferencias matutinas, las cuales que ofreció diariamente en su campaña -al estilo López Obrador-, el entonces candidato Santos González anunció que de ganar la Presidencia Municipal eliminaría el Impuesto al Derecho al Alumbrado Público, mejor conocido como DAP.
“Estoy plenamente convencido de ayudar a las familias sanluisinas, de apoyar en todo lo que podamos a su economía, igual como se hizo en 1982 con Fausto Ochoa, uno de los mejores presidentes que ha tenido San Luis, quien con un presupuesto casi nulo además de eliminar el DAP hizo mucha obra que sorprendió en su momento”, subrayó el candidato.
En ese contexto, en El 5to Poder buscamos al Presidente Municipal Enrique Reina para preguntarle qué opinaba de la propuesta del candidato de la coalición «Juntos Haremos Historia», quien como augurando un triunfo del morenista, se dijo preocupado.
“No sé bajo qué mecanismo están planteando el tema de eliminar el DAP, pero si se está pensando únicamente en el tema de recursos públicos, de que se puede se puede, aunque seguramente se dejarían de hacer obras para San Luis“, declaró Reina Lizárraga el 26 de mayo pasado.
Y precisó: “Es viable pero dejaría de hacerse obra, por el tema de que es el único recurso con el que se cuenta en el Ayuntamiento. Estamos en el mínimo de operación y no hay otra manera de donde poder tomar recurso, hay poco margen de maniobra”
En este mismo espacio publicamos que el Ayuntamiento percibe anualmente alrededor de 35 millones de pesos por concepto del DAP, mismos que sirven para pagar los 55 millones de pesos que le pagan al año a la CFE. Es decir, dicho impuesto no cubre por completo el gasto para el que fue creado, ya que el municipio termina aportándole otros 20 millones provenientes de recursos propios.
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Siguiendo con el tema, Santos González, ya triunfador de la elección, el pasado 27 de julio, es decir, casi un mes posterior a las votaciones, reiteró que el DAP sería eliminado en su gobierno.
“Ya lo dijimos en nuestra campaña, vamos a eliminar el DAP porque sabemos que es un cobro que afecta el bolsillo de todos los sanluisinos que cuentan con energía eléctrica en sus viviendas y que bien se puede quitar mediante un gobierno honesto y responsable en el gasto público”, reiteró mediante boletín oficial el entonces Alcalde electo.
Esos dichos, pasaron de ser una promesa de campaña a una promesa de gobierno, ya que como mencionamos, Santos ya había ganado las elecciones. No había necesidad de reiterar ideas (propuestas) que no serían realidad.
Me queda claro que en ocasiones, el mismo desconocimiento de la función pública, sobretodo en los candidatos de oposición, los hace caer en la vorágine de las propuestas en campaña, «prometer no empobrece«, dicen en la política.
A veces los candidatos pueden tener las mejores intenciones, las mejores ideas, las mejores propuestas, no necesariamente tienen que ser mentirosos o demagogos, pero ya llegando al poder se dan cuenta que no es tan fácil como ellos pensaban. Ejemplos hay muchos.
Por lo pronto, en el recibo de la luz viene el IVA al 8% tal y como lo prometió López Obrador, pero contrariamente sigue apareciendo el impuesto DAP.
En los hechos, hay que decir que el DAP tampoco es un impuesto que sangre mucho a los ciudadanos, la amplia mayoría de los usuarios pagamos 46 pesos al mes. En ese sentido es más beneficioso que haya bajado el IVA, que aunque depende del consumo, son muchos los que pagan más de 600 pesos al mes (pagando 600 pesos o más el IVA es más alto que el DAP).
En su defensa debo también comentar que el presupuesto público, absolutamente todo, viene ya etiquetado, y no se puede legalmente hacer «malabares» con él. En Gobierno no se puede pagar una cosa con otra, o decir que usaras dicho recurso para una obra y gastártelo en otra. Quizás es posible, pero no es legal.
Con esto quiero decir, que aunque el presupuesto de la San Luis sea récord para este 2019 (arriba de 900 millones de pesos), para poder sustituir los 35 millones de pesos del DAP se tendrían que hacer recortes extraordinarios en el gasto corriente, en todas las áreas y seguramente hasta prescindir de mucho personal.
Lo cual, estoy seguro que al ver lo complicado que sería, prefirieron no hacerlo. Pero ojo, se vale decir que no se pudo.
Mientras tanto lo dicho, lo prometido y reiterado, ahí queda.
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