El gobierno mexicano recientemente decomisó una gran cantidad de fentanilo y químicos precursores usados para la elaboración de drogas sintéticas en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, aunque no se identificó el origen de la carga.
El 18 de agosto, la Administración General de Aduanas (AGA) en coordinación con personal Naval del Batallón de Infantería de Marina número 24 y elementos de la Guardia Nacional llevaron a cabo el aseguramiento de aproximadamente 113.5 kilogramos de clorhidrato de fentanilo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por medio de un comunicado, “esta operación se llevó a cabo en el marco del convenio interinstitucional SEMAR–SAT, cuando personal de Aduanas y Marina aplicaron los protocolos aduaneros y de seguridad nacional. Realizaron la revisión con dos binomios caninos en el área de carga de un almacén y detectaron el material ilícito conocido como fentanilo.
Previamente, personal de la División Antidrogas de la Guardia Nacional, así como elementos de la Unidad Técnica de Asistencia de Muestreo, llevaron a cabo la apertura de bidones en los que encontraron bolsas negras en cuyo interior se encontraba dicha droga, la cual fue puesta a disposición de las autoridades competentes para la integración de la carpeta de investigación correspondiente”, dice el texto.
Días antes, el 12 de agosto, también en el mismo aeropuerto incautaron 220 kilos de químicos precursores empleados en la elaboración de fentanilo enviados desde España, según una nota oficial.
Los decomisos indican un posible cambio de operaciones de los grupos del crimen organizado en México, que por largo tiempo han usado los puertos marítimos para el movimiento de dichos químicos procedentes de Asia para la producción de fentanilo y otras drogas sintéticas.
Un informe publicado en el mes de marzo por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) señaló que la “reducción del comercio desde el sureste asiático” por causa de la pandemia del coronavirus había “limitado el suministro de precursores químicos en México, donde parece haberse interrumpido la fabricación de fentanilo y metanfetaminas”.
En julio, como parte del seminario web Redes criminales y COVID-19: ¿cambio de roles para mafias y cárteles?, organizado por la Delegación de la Unión Europea en México, expertos afirmaron que la pandemia de coronavirus ha revolucionado la vida del crimen organizado, además de que la crisis económica ocasionada ha provocado que la delincuencia evolucione “mucho más rápido”.
La ponente Maricarmen Hinojosa Silva, del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, señaló que los problemas de la delincuencia organizada han tenido la necesidad de evolucionar, pero que los efectos no pueden ser medidos “del todo” porque es un evento sin precedentes. Sin embargo, “podemos ir alumbrado un alto número de desempleo, la crisis económica, cómo afectará las tasas de incidencia delictiva”, dijo.
Enfatizó que son situaciones diferentes el incremento de robos y el incremento de la delincuencia organizada: no necesariamente se alinean. Los efectos de la pandemia de COVID-19 se reflejan, según Hinojosa Silva, en dos ámbitos. El primero es observar que la cadena de suministro, a corto plazo, sí está afectada debido a la restricción de viajes, vuelos, y fronteras. Por ejemplo, la reducción de insumos de China, utilizados para fabricar metanfetaminas y diferentes drogas, ha afectado al país.
Los nuevos decomisos indican que los traficantes están encontrando salidas a esos contratiempos. También la Guardia Nacional en el estado de Puebla decomisó 240 cápsulas de vidrio de fentanilo medicinal en julio. A comienzos de mayo, se decomisaron 60 frascos de fentanilo para uso medicinal en el estado de Querétaro.
De acuerdo al analisis que publica el sitio especializado en crimen organizado InSight Crime, la razón de los grandes decomisos de fentanilo podría tener varias explicaciones, además de que no se pueden vislumbar de inmediato.
“En primer lugar, el hecho de que el primer decomiso de precursores proviniera de España indica que los traficantes pueden estar intentando hallar terceros países de trasbordo para hacer frente a los cierres fronterizos y las restricciones al transporte causados por el coronavirus, según Bryce Pardo, investigador de RAND Corporation, organización de investigación sin ánimo de lucro.
“Con menos tráfico comercial desde China en el momento, los traficantes pueden estar tanteando el terreno para ver qué otras rutas ofrecen más fácil acceso”, comentó Pardo. “Es mucho más rápido mover el producto por vía aérea que marítima”, dice la explicación de InSight Crime.
El posible desplazamiento al tráfico aéreo también puede tener relación con la reciente decisión del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de poner al ejército al frente de las aduanas y el control de los puertos nacionales, que los grupos del crimen organizado han aprovechado durante años para mover desde químicos para la producción de narcóticos hasta para introducir cargamentos internacionales de drogas al país.
A largo plazo, el crimen organizado ha sido capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes ya que no existen contratos legales ni una estructura rígida, a diferencia del gobierno y otras instituciones que “batallan” debido a los cambios ocasionados por la crisis sanitaria. “Hay que ver las circunstancias a las que van a recurrir para adaptarse”, considera Maricarmen Hinojosa Silva, del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.
Fuente: Infobae
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