San Luis Río Colorado, Sonora.- La amistad y confianza que tengo con uno de los hijos del finado Fausto Ochoa, me permitió preguntarle en una ocasión, con absoluta libertad y respeto, porqué a pesar de ser hijos (me refería a él y a sus hermanos) del hombre que inició el panismo en San Luis, no se habían logrado colocar dentro del partido.
Recuerdo que su respuesta fue muy directa, palabras más palabras menos, «Porque mi papá nunca quiso, siempre nos dijo que mientras él estuviera activo no nos empujaría, por simple congruencia política«, dijo.
También, a manera de contexto, para que entendiera la firmeza con la que se dirigía su padre, me platicó una anécdota que tuvo cuando Fausto fungió como Presidente Municipal y él era apenas un jovenzuelo.
Palabras más palabras menos: «Yo andaba pasándole a las muchachitas de la 22 (secundaria), aventándome rosqueteras y esas cosas típicas de chamaco. Alguien se dio cuenta y me puso el dedo. Mi papá en ese entonces era el Presidente Municipal. Ese mismo día, cuando estábamos comiendo llegó la Policía a la casa, era Jesús Zamora»
Y continuó: «Recuerdo que le dije a mi papá, ‘ahí te hablan, vienen a buscarte‘, y me dijo ‘no, te hablan a ti, a ti es a quien andan buscando‘, y pues era por las rosqueteras. Me hizo hacerme responsable de mis actos. Se llevaron mi carro y tuve que ponerme a trabajar para pagar las multas correspondientes. Sin dejar de mencionar la tremenda regañada»
Dice mi buen amigo que en ese entonces se sintió hasta traicionado por su papá, que no comprendió sus acciones, que hasta vergüenza le daba que se supiera que siendo el hijo del Presidente Municipal no había recibido ningún trato condescendiente.
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Pero que, con el paso del tiempo, y obvio con la llegada de la madurez, entendió la poderosa lección que le había dado su padre.
«En un principio me daba vergüenza decirlo, ahora es una anécdota que siempre cuento con orgullo de mi papá«, me comentó.
Hay diferentes formas de hacer política, y por supuesto que en ocasiones se recurre a la familia, es válido, en parte porque la política es tan turbulenta que la lealtad y la confianza valen oro.
Como muestra está el propio Andrés Manuel López Obrador, que para nadie es un secreto que sus hijos manejan los temas políticos de mayor confiabilidad. O más bien, manejaban… no se han visto en las decisiones del naciente gobierno.
¿Los hijos de AMLO dejaron de tener influencia? claro que no, siguen siendo hijos del Presidente, seguirán hablándole al oído, pero saben mantener una sana distancia, al menos públicamente. He ahí la gran diferencia.
¿Por qué la remembranza? por el inicio vertiginoso de la presente administración que encabeza el morenista Santos González, quien irónicamente siempre ha manifestado una admiración por el fallecido Fausto Ochoa.
Mal inicia la semana para el que ahorcan en lunes, y no siempre el peor panorama lo tiene el decapitado.
El pilón: Soy de los que piensa que la amistad se demuestra en las buenas, en las malas y en las peores. En esa convicción, ya noche pasé a brindarle mi apoyo moral a David Pulido por lo acontecido. En eso una bebida se le cayó de las manos, y curiosamente no se derramó, cayó parada. Buen augurio… total, que el mundo ruede, por nuestra parte seguiremos haciendo un periodismo serio y responsable, como siempre hemos tratado de hacerlo.
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