San Luis Río Colorado, Sonora.- El trabajo que se realiza previo a un informe de gobierno, ya sea municipal, estatal o federal, es titánico, de verdad, es absolutamente extenuante.
Los equipos de Comunicación Social y Planeación Municipal empiezan a trabajar fácilmente con 3 meses de anticipación.
Se preparan presupuestalmente, recaban información, fotografías, videos, realizan invitaciones, ven necesidades, planean la logística, acuerdan cobertura con medios de comunicación, etc.
Todo, absolutamente todo se piensa y se trabaja para que el jefe, en este caso el Presidente Municipal, salga bien librado de su mayor compromiso mediático, la rendición de cuentas a sus representados.
Es por eso que siento pena ajena por el 28 Ayuntamiento, porque casi todo, sin exageración, lo hicieron mal. Fueron de error tras error sin darse cuenta, y claro, como era de esperarse, lo que inicia mal termina mal.
La polémica tala de los árboles del Parque Benito Juárez fue claramente parte de las acciones del informe y por lo tanto el primer indicio de la tormenta. No me voy a meter en temas ecológicos, personalmente pienso que estuvo bien que dichos árboles fueran reemplazados ya que estaban visiblemente secos.
Pero como en todo, principalmente en política, las formas son muy importantes. Nadie hizo el control de daños y el escándalo fue mayúsculo. Lo que debió verse como una acción necesaria, resultó todo lo contrario. Fácil hubiera sido grabar o tomar fotografías explícitas del estado de los árboles, así como adelantarse y anunciar que serían reemplazados. No lo hicieron.
El segundo indicio fue el nuevo color del Palacio Municipal, que obviamente fue también una acción concerniente al informe. Desde que iniciaron, desde que dieron el primer «brochazo» hubo una desaprobación total, a nadie le gustó ese amarillo mostaza que aplicaron al edificio. Desconozco quien habrá tomado la decisión pero casi puedo asegurar que nada tuvo que ver el Presidente Municipal.
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Ojalá recapaciten, se ve terrible. No es broma cuando la gente comenta que parece una sucursal más de una tienda de conveniencia. Estoy de acuerdo en que se vale arriesgar e innovar, pero de igual forma, también se vale recular, también se vale aceptar errores y decir «A la gente no le gustó y decidimos dar marcha atrás«, no pasa nada, la gente ve bien cuando se le toma en cuenta.
El video del informe me pareció estupendo, como suelen ser en este tipo de eventos, pero el discurso no me gustó, considero que le faltó fuerza y un poquito de congruencia, tampoco hubiera pasado nada si dice: «Nos ha faltado esto, o sabemos que tenemos pendiente aquello, pero en el segundo año vamos a mejorar»
En fin, todo ese esfuerzo en la planeación se fue por la borda, porque por desgracia, el tema de la inseguridad volvió a hacerse presente. El incidente donde hubo detonaciones opacó por completo el informe de gobierno, y eso se debió en parte al pésimo manejo de la información.
En los hechos el incidente se tergiversó y por ende se magnificó. Poco antes de las 10 de la noche el Departamento de Comunicación envió un comunicado donde acusaba una llamada anónima que trataba de «empañar» los festejos con una falsa alarma por detonaciones.
Después dijeron que los asistentes habían confundido juegos pirotécnicos con disparos de arma de fuego, lo cual sinceramente es absurdo, especialmente cuando cualquier ciudadano puede grabar los acontecimientos y subirlo a redes, como al final pasó.
Preocupa que la policía municipal no haya informado nada al respecto, porque casi puedo apostar que las detonaciones fueron realizadas por un elemento municipal, y es donde me pregunto, ¿era tan descabellado informar lo que en realidad pasó?, es decir, que la policía disparó para someter a un par de sospechosos y lo más importante, que el incidente se registró fuera del perímetro de la festividad, no en la explanada como algunos malentendieron, pienso que no.
Lo único cierto es que el informe fue saboteado, pasó totalmente desapercibido, nadie habló de él, la opinión pública se centró en lo ocurrido sobre la calle segunda.
Quiero mencionar que siempre he pensado que Santos González es un Presidente Municipal bienintencionado, leal a sus amigos y allegados, y en las conversaciones muchas personas coinciden conmigo, pero ser buena gente no basta en la función pública.
La curva de aprendizaje se acabó y el alcalde Santos debe comprender que el costo político por los errores de sus funcionarios los absorbe y los paga él, nadie va a criticar al pintor por el amarillo mostaza en Palacio, van a culparlo a él como primera autoridad.
Hace un año escribía que era un mal augurio que Santos iniciara su gobierno corriendo a 2 de sus titulares, ahora hago mención también que es otro mal augurio que inicie su segundo año con un informe totalmente saboteado.
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