San Luis Río Colorado, Sonora.- El narcotráfico, buscando disminuir los riesgos en decomisos de droga al cruzar la frontera hacia Estados Unidos, ha empezado a implementar la artimaña conocida como ‘Mula Ciega’ en San Luis Río Colorado.
Así lo confirmó la policía municipal, develando que detectaron 2 casos de ciudadanos que fueron utilizados para cruzar narcótico de forma involuntaria.
Explicaron que este modus operandi del crimen organizado se basa en detectar a ciudadanos que suelen cruzar la frontera de forma regular, principalmente trabajadores, a quienes colocan droga en la carrocería, utilizando imanes y dispositivos GPS.
Por tal motivo la Dirección de Seguridad Pública Municipal implementó una campaña de volanteo en las filas vehiculares del cruce internacional con Arizona, previniendo a los automovilistas de esta nueva modalidad del narco.
«¿Cruzas la frontera en auto de manera frecuente? el crimen organizado coloca drogas con imanes debajo de tu auto sin que lo sepas. Evita problemas legales, revisa tu vehículo antes de salir de casa», citan los volantes a manera de advertencia.
Por su parte el Oficial Ezequiel Bautista, Supervisor del Laboratorio Criminal y Unidad de Inteligencia de la Policía Municipal, sugirió de ser posible no dejar su vehículo en la vía pública, evitando con ello la posibilidad de que sea manipulado.
«…ocultarle en ciertas áreas de la carrocería, como lo mencionamos, ciertos paquetes ocultos con drogas o sustancias prohibidas, y a la misma vez le ponen un navegador tipo GPS par ser localizado su vehículo cuando se encuentren en territorio de Estados Unidos», precisó el uniformado.
Se averiguó que los 2 casos detectados no lograron concretarse, pues el primero, aunque cruzó a Estados Unidos, se devolvió a México cuanto se dio cuenta que lo estaban siguiendo.
Mientras que en el segundo caso, los propietarios del vehículo se percataron del momento en que un joven estaba debajo de su unidad, llamando inmediatamente a la policía, quienes encontraron la droga colocada con imanes y un GPS.
En este último fueron arriba de 13 kilos de pastillas de fentanilo, y en el anterior se trató de metanfetamina, ambas drogas las más penadas por las leyes estadounidenses.
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