San Luis Río Colorado, Sonora.- Finalizado el evento matutino que este sábado organizó la alianza PRI-PAN-PRD, donde estuvieron presentes toda la fórmula local y los dirigentes Ernesto Munro y Marko Cortés, un compañero y un servidor nos fuimos a desayunar.
Como era de esperarse, el arranque de las campañas locales saturó las agendas de los medios de comunicación y reporteros, obligándonos también a circular desde más temprano.
Hambreados por la hora, optamos por llegar al lugar que más cerca teníamos, «La Taquería del Amigo Fidel«, ubicada sobre la avenida Obregón, a un costado del Panteón Municipal.
Al llegar observamos varias camionetas, de las que comúnmente suelen usar los políticos y candidatos, también nos percatamos que había «guaruras», o al menos eso parecían ser.
Para nuestra sorpresa, coincidimos en el lugar y sin querer (se los juro) con la plana mayor de Acción Nacional.
Estaban ni más ni menos que Marko Cortés, flamante dirigente nacional del PAN, estaba el dirigente estatal Ernesto Munro, también Agustín Rodríguez ex diputado federal y ex Secretario Particular de Guillermo Padrés, y los sanluisinos Everardo López Córdova y Leonardo Guillén.
La taquería del buen amigo Fidel estaba casi llena, sólo restaba por ocuparse una pequeña mesa redonda, que para mayor coincidencia, se ubicaba justo a un ladito de los aquí en mención.
Muy en nuestro papel, pedimos nuestros tacos y toda la cosa. De verdad que nuestra intención no era escuchar lo que estaban conversando, lo cual me parece hasta de mal gusto (estar de metiches), pero estábamos tan cerca, y en especial Leonardo Guillén hablabla tan fuerte, que era inevitable no percatarse de lo que estaban hablando.
El tema era obviamente su falta de apoyo a la alianza PRI-PAN, que públicamente tanto Leonardo como Everardo, y hasta el propio Enrique Reina, han criticado.
En su calidad de líder nacional, me supongo que Marko Cortés se sintió con la suficiente influencia como para poder hacerlos cambiar de parecer. Aunque de entrada, ni Leonardo ni Everardo estuvieron presentes en los eventos (por eso se vieron en la taquería).
El ex alcalde Guillén Medina, tajante como es, explicaba a Marko la situación con el Ing. Francisco Ochoa, quien hace 3 años se negó a apoyar la fórmula panista dadas las imposiciones internas y la falta de democracia, «Si yo fuera designado como Everardo, por congruencia no sería candidato«, solía decir Ochoa Montaño.
Tres doritos después como cita el popular «meme», resulta que el Ing. Ochoa siempre sí sería candidato por designación, y por si fuera poco coaligados con el PRI, con la diferencia de que ahora sí quiere unidad, ahora sí quiere que lo apoyen.
A la distancia se apreciaba como Everardo sólo asintía con la cabeza a todos los sólidos argumentos que Leonardo soltaba a Marko, uno tras otro, mesurado pero directo. Hasta Ernesto Munro se levantó a lavarse las manos, como dando por perdida la situación.
Al final pareció que Marko logró que al menos apoyarán a Lina Acosta, candidata a la diputación federal por el primer distrito y quien tiene un duro reto frente a su adversario de Morena, el habilidoso Dr. Baldenebro.
«Me gustaría mucho que pudieran hacer acto de presencia en algún evento de Lina», comentó casi suplicante Marko Cortés.
Estaba muy interesante la plática, pero como ya habíamos concluído los 3 tacos que pedimos no nos quedaba más remedio que retirarnos. En lo personal me paré a un lado de la mesa de los aludidos como esperando a que voltearan, saludé a todos y con cortesía les solicité una fotografía, a lo que amablemente accedieron.
«Sólo les tomo la foto y nos vamos, no se preocupen, los dejamos para que los siga regañando el Lic. Guillén«, solté a manera de chiste.
Leonardo se sonrió sin recato, expresando: «No me di cuenta que estaban aquí al lado»
Por cierto, para cuando quisimos pagar nuestra cuenta de tacos nos percatamos que ya había sido pagada por el equipo de Ernesto Munro. Desde estas líneas agradecemos el gesto y la cortesía, pero también la lamentamos (hubiéramos pedido más tacos).
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