San Luis Río Colorado, Sonora.- Estimados lectores de El 5to Poder, para mí es un gusto saludarlos, y decirles que gracias a la invitación de mi amigo Héctor Navia, estaré retomando la sección “El Glotón de San Luis”, donde hablaremos de algo que nos gusta al 99.99999% de las personas (siempre hay alguien que tiene jodido el sentido del gusto), de comida.
Antes de comenzar, debo recordarles que en este intento de critica gastronómica seleccionaré establecimientos de comida al azar y sin revelar mi identidad, evaluaremos la comida, servicio, precios y limpieza, ya sea de restaurantes, carretas, fondas, changarros o establecimientos, chicos o grandes, elegantes o sencillos.
Tras haber dejado las reglas en claro ha llegado el momento de comenzar. ¿Cuántas veces se han levantado con mucha hambre, pero sin las ganas de cocinar?, yo creo que muchas más de las que podamos recordar y contar.
¿Cuántas veces hemos buscado un lugar tranquilo y cómodo para ir a desayunar en familia sin no caer en los cotidianos, pero nada despreciables tacos?
Son contadas las opciones que tenemos en nuestro San Luis y las que hay quizás no las visitamos por miedo a que la comida no cumpla con nuestras expectativas.
Bueno, pues hoy les hablare de un lugar diferente, una alternativa de comida matutina entre lo dulce y lo salado. Ubicado en la avenida Obregón entre las calles 14 y 15, se encuentra un pintoresco lugar llamado Gofre Artisan Waffle.
Quiero confesarles que por mucho tiempo había estado tentado en llegar a degustar los alimentos de este lugar, pero por asares del destino las cosas no se nos habían dado.
Cierta mañana (casi medio día) llegue hambreado hasta ese establecimiento del que destaca su fachada con vistas de madera y peculiar logotipo. Este restaurant es pequeño, pero está bien acondicionado y hacen de él un cómodo lugar.
A mi llegada la atención fue inmediata, una sonriente y amable mesera nos dio la bienvenida y puso en nuestras manos el menú.
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Para la sorpresa de este gordito, el menú resultó ser más corto de lo que esperaba. Obviamente pensaba que ofrecerían Waffles, pero también otros desayunos como hot cakes, huevos y otras cosas. El menú de Gofre se divide en dos partes. Dulce o Salado. Waffles y nada más. No se complican.
Particularmente prefiero los Waffles con sabores dulces, pero quede sorprendido de la cantidad de combinaciones que ofrecen de una sola comida. En el bando de los dulces destaca un waffle con fresas, nutella y crema batida, otro con manzana caramelizada, canela y nieve de vainilla o el clásico con mantequilla y miel.
Mientras que en el bando salado podemos elegir uno con pollo y crema chipotle, otro con crema de champiñones, pollo, tocino y espinacas y el de salsa blanca, con jamón, pollo, champiñones y queso.
Esa mañana me había levantado decidido a comer algo muy dulce y estaba seguro que me encontraba en el lugar indicado.
Mi elección fue el llamado Brunette, que es un Waffle al que le untan Nutella, tapizado de fresas recién rebanadas y una gran bola de crema batida. Ante el derroche de dulzura que se avecinaba, había la necesidad de pedir algo que equilibrara mi desayuno, por lo que un café me pareció adecuado.
Por ser fin de semana había algunos pedidos y comensales por delante de mí, rápidamente se me tomó mi orden y luego de 20 minutos de espera llegó mi platillo.
Lo primero que hice luego de que la mesera pusiera el plato en la mesa, fue tomar una fotografía de aquello que me iba a devorar. No sólo tome la foto para documentar este relato, también porque la presentación del platillo estaba bien rifado.
Acto seguido, con tenedor y cuchillo en mano comencé la “masacre”. El Waffle estaba perfecto, la cocción de la masa fue de lo mejor, no estaba chicloso o duro como otros Waffles que antes había probado, el tamaño del Waffle era grande y ni hablar de la cantidad de ingredientes que lo acompañaban, una comida muy completa.
El sabor realmente exquisito y el equilibrio de esta combinación me sorprendió, aunque les parezca raro -y pese a la Nutella- este platillo no estaba tan dulce, me atrevería a decir que estaba perfecto.
No me quiero extender y por eso pasare con las calificaciones, recordándoles los parámetros, 10 es el máximo y 5 es la menor calificación. Así que ahí les va.
Limpieza: Yo les doy un 10. Mesas, piso, baño y hasta las ventanas del lugar estaban muy pulcras.
Servicio: Si pudiera ponerles una mayor calificación lo haría, ¡10!
Precios: Les pondré un 9, sus precios son comprensibles por la calidad de los ingredientes que utilizan al preparar los alimentos, el Waffle más económico cuesta 50 pesos y el más caro es de 95 pesos.
Comida: Les pondré un 10, tanto bebidas como comidas son muy buenas.
Lo bueno: Los waffles y bebidas de este lugar me han dejado complacido, la atención es muy buena y el lugar es muy acogedor, me gusta la idea que solo sean Waffles lo que ofrecen.
Lo malo: El estacionamiento y el menú. Es difícil encontrar donde aparcar tu carro por los otros comercios a la redonda. Y aunque no es mi caso, quizá a otras personas les gustaría encontrar otra alternativa en el menú.
Bueno amigos espero que les haya gustado esta reseña, escriban sus comentarios y compartan sus opiniones. Recuerden que en el fondo todos somos críticos gastronómicos.
Gracias por leerme, por aquí nos estaremos encontrando una vez por semana.
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