San Luis Río Colorado, Sonora.- Desde que la Presidenta Claudia Sheinbaum estuvo en San Luis Río Colorado el pasado 3o de marzo, dando el banderazo del inicio de obra del nuevo hospital del IMSS, que será el principal y el más grande del noroeste de Sonora, hemos dado puntual seguimiento a la construcción.
No sólo estuvimos presentes en dicho evento, donde por cierto estuvo también el Director General del IMSS a nivel nacional Zoé Robledo, sino que hemos estado acudiendo con cierta frecuencia, con el único objetivo de documentar su avance, más nada.
Fuimos a los pocos días de que estuvo la Presidenta, y documentamos a la maquinaria aplanando el terreno y quitando matorrales; fuimos también al primer mes, y vimos que ya tenían delimitado el perímetro, posteriormente volvimos como a los 2 meses, luego a los 3 meses y ya se observaban muchos trabajadores; y no habíamos vuelto hasta esta mañana de miércoles.
Tomando en cuenta que la Presidenta dio el banderazo de obra el 30 de marzo, significa que están por cumplirse casi 7 meses, recordando que el plazo anunciado sería de 1 año.
Por eso mismo acudimos este miércoles a la obra, nos pareció interesante documentar y mostrar a nuestros seguidores qué tanto avance presenta dicho proyecto, que para acabar pronto, es la obra de gobierno más grande e importante en la historia de San Luis Río Colorado.
Y eso es únicamente un decir, porque en una transmisión desde afuera y en plena calle, pues no se puede captar gran cosa, únicamente lo que se percibe a simple vista y desde el frente.
Sin embargo, nos pasó algo muy curioso que quiero compartir con los lectores. Pese a que en nuestra transmisión estábamos refriteando lo mismo que ya se ha dicho, que será de 120 camas, con 5 quirófanos, 24 especialidades, para 128 mil derechohabientes, etc. etc., apenas finalizamos el “en vivo” cuando nos cayó un ingeniero bien enojado.
Cabe recordar que esta obra está a cargo de ingenieros militares, tal y como lo anunció la propia Presidenta, y fue uno de los encargados quien se acercó a regañarnos, en un tono bastante subidito para mi gusto.
Me pidió identificarme, y lo hice, me pidió también que me acreditara como medio de comunicación y le mostré mis acreditaciones, sin embargo, muy molesto, empezó a reclamar el hecho de que me atreviera a grabar sin permiso ni autorización.
“¿Acaso te gustaría que nosotros llegáramos a grabar a tu casa sin autorización? no tienes consideración, y habla de la poca educación que tienes”, me soltó entre otras cosas el ingeniero militar.
De inicio yo calmado, traté de explicarle que no estaba haciendo nada más que documentar desde afuera los avances, que no estaba invadiendo ni interrumpiendo nada, y que no me estaba metiendo a la obra, puesto que estaba grabando desde la calle.
Igual le mencioné que tampoco estaba grabando su casa como me estaba poniendo de ejemplo en sus reclamos, que estaba en una obra pública de sumo interés público para la ciudadanía. Sin embargo el ingeniero siguió en su verborrea regañadora, hasta que decidí contestarle de la misma forma en que él me estaba hablando.
Naturalmente se molestó, me dijo que así no se podía hablar, que era un altanero y varias cosas más. Le respondí que simplemente me estaba comportando igual que él, porque aunque tengo educación, pues también me sale muy bien el papel de impertinente.
Acto seguido se retiró, no sin antes girar indicaciones a un par de soldados que se acercaron, diciéndoles que si me volvían a ver por ahí, me prohibieran el acceso y me prohibieran grabar.
Ante tal sentencia, atiné a decir que dado que era una obra pública y de interés público, y que de hecho me encontraba sobre la calle, podía volver cuando yo quisiera. Se enojó mucho más, pero ya no me importó. Además, un hospital no es precisamente una obra que puedas evitar que se grabe por la naturaleza de sus dimensiones.
El punto al que quería llegar es que de inicio pensé que se trataba quizás de un simple exabrupto motivado por la rigidez militar. Como están acostumbrados a pedir y dar autorización por todo, dada la disciplina militar, quizás por eso la molestia.
Sin embargo, comentando el tema con un compañero, me dice que la molestia pudo originarse por el atraso de la obra, y que obviamente se van a sentir presionados o exhibidos ante la presencia de medios de comunicación.
Me puse a analizarlo y es posible. La obra está cerca de cumplir 7 meses de iniciada, y aunque no soy experto, veo difícil que el hospital esté concluido en un año como dijo la Presidenta Claudia Sheinbaum. Es decir, faltarían 5 meses, y basándome por unas imágenes aéreas que hizo públicas hoy mismo “Vizión San Luis”, pues no se observa que vaya ni al 50%.
Aunque puede ser que vayan conforme a lo planeado, o quizás que el plazo de un año se haya extendido o modificado, no lo sabemos con certeza, y no sabemos porque precisamente no comparten información.
Si ese es el caso, pues que pena por el ingeniero responsable, puedo entender su molestia, pero pues no es nuestra culpa que vaya atrasado. Por cierto tenía un apellido bastante raro, algo así como “Tecomeman” o “Tecomalman”.
Quiero reconocer a los otros 2 elementos de SEDENA que se acercaron, porque a diferencia del ingeniero se portaron muy bien, respetuosos en todo momento pese a la incómoda situación con su superior.
Por último quiero hacer 2 precisiones por errores que tuve en la tranmisión en vivo que realicé, es Avenida Libertad no Jalisco (no sé porque dije Jalisco) y tampoco es una obra de cientos de millones de pesos, es una obra de miles de millones de pesos (casi 4), confirmándose que es el proyecto de gobierno más grande en la historia de San Luis Río Colorado, y necesitaría verificarlo, pero es probable también lo sea de toda la región noroeste de Sonora.