San Luis Río Colorado, Sonora.- Hace 17 años proveniente de Ciudad Obregón, del mero corazón del Valle del Yaqui, arribó a San Luis Río Colorado el señor Javier Mendívil Castro.
Y desde ese entonces, decidió autoemplearse en el cuidado de automóviles, específicamente de los llamados «cinéfilos», en el estacionamiento de Cinépolis, ubicado en Plaza Herradura.
«Aquí ya cumplimos 17 años cuidando los carros de los cinéfilos, y gracias a Dios la gente nos ha recibido muy bien, de corazón muchas gracias, porque es muy generosa la gente de San Luis Río Colorado«, comentó.
Don Javier expuso que su labor es totalmente voluntaria y ajena a Cinépolis, aunque por supuesto, cuentan con la anuencia de la gerencia.
«Yo aquí llego todos los días como entre 1 y 2 de la tarde más o menos, y me voy hasta la 1 de la mañana, hasta que se va el último carro. Y la verdad sentimos muy bonito cuando la gente nos dice que entran tranquilos a ver su película, sin preocuparse por su carrito, porque saben que nosotros aquí estamos al pendiente», contó.
Con 80 años de edad, Don Javier dice que gracias a su vida en el campo, el calor o el sol no hace mella en su persona pese a las 12 horas diarias que pasa recorriendo el estacionamiento del cine, siempre vigilante.
«Mire, muchos no me creen pero soy del 44, tengo 80 años recién cumplidos, y la mera verdad soy de campo, por eso el sol no me pega tanto. Aparte ya estamos acostumbrados. Imagínese todos los días aquí caminando hasta 12 horas, pero lo hacemos con gusto, y agradecemos siempre la generosidad de la gente porque ya nos identifica«, añadió.
Don Javier indicó que en total son 4 personas las que se dedican al cuidado de autos en el cine, rolándose y turnándose los diferentes carrilles del estacionamiento.
«Estamos bien coordinados, ya nos conocemos bien. Por ejemplo, hoy me toca este carril que está frente a la entrada de Cinépolis, que es el mejorcito porque aquí se pone más gente, pero mañana le toca a otro compañero y yo me muevo para uno de los lados», citó.
Dice que en estos 17 años ha aprendido a detectar a los merodeadores, ya que las malas intenciones -afirma- siempre se notan.
«Me gustaría decir que en estos 17 años no hemos tenido ningún robo, pero sí tuve uno, fue un pick-up de trabajo que le robaron a un muchacho con todo y su herramienta. Me pudo mucho por él, pero a veces la gente no se te acerca. Es más fácil para nosotros estar al pendiente cuando la gente te lo encarga, porque es más fácil recordar al dueño del carro», explicó.
Por último reiteró el agradecimiento a los sanluisinos, en especial a quienes gustan de acudir a Cinépolis y suelen apoyar su causa con la generosidad de sus propinas.
«Gracias por su interés, y pues aquí seguiremos brindando este humilde servicio, que ojalá que sea por mucho tiempo más. Claro, mientras Dios nos siga dando salud», finalizó.
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