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San Luis Río Colorado, Sonora.- El proceso penal en contra de José Luis ‘N’, el presunto responsable de incendiar el bar Beer House, donde murieron 11 personas y 6 más resultaron lesionadas, avanza muy muy rápido.
Y es que después de que fuera vinculado a proceso por un juez en su audiencia inicial de imputación, la Fiscalía de Sonora ha tratado con sigilo el caso, a sabiendas de que fue una tragedia que se volvió mediática, de alcance nacional e internacional.
Incluso, se supo que temiendo una posible agresión en el interior del Cereso de la localidad, los fiscales optaron por trasladarlo a uno de mayor seguridad.
No quieren ninguna sorpresa como ya ha pasado antes con otros detenidos que cometieron delitos que indignaron a toda la comunidad, que se terminaron ‘suicidando’ en condiciones extrañas y sospechosas.
Hay que recordar el caso de la niña Itzel y su asesino Aarón Guadalupe, que se habría suicidado el 4 de junio del 2019. Si bien es cierto nadie lo extrañó, su final no dejó una sensación de justicia.
Por ello y dada la importancia que el propio Gobernador Alfonso Durazo dio al caso Beer House, hay un interés natural en darle celeridad al proceso y ejecutarle al imputado una pena contundente y que a su vez deje claro que en Sonora se aplica todo el peso de la ley a los delincuentes.
Como ya dejó saber el propio Fiscal General Gustavo Rómulo Salas, a José Luis le están fincando 3 delitos distintos pero en varias ocasiones: el de homicidio calificado en 11 veces, por las 11 personas que fallecieron; el de tentativa de homicidio en 6 ocasiones por las 6 personas que resultaron con lesiones, y de daños a propiedad privada con agravantes por prender fuego al bar.
De ser encontrado culpable, que todo indica que así será dados los elementos de prueba y los propios testimonios de personas que lo vieron, así como por las cámaras de seguridad, la suma de todos estos cargos se eleva a más de 300 años de cárcel.
Es decir, al detenido no le alcanza la vida para pagar las consecuencias de sus actos cometidos esa madrugada del 22 de julio.
En este sentido, nos cuentan fuentes cercanas a los fiscales, por supuesto de manera extraoficial, que le estarían ofreciendo un juicio abreviado con una condena de 105 años de prisión, con la diferencia de que dependiendo su comportamiento, podría salir cuando cumpliera los 80 años.
Como bien dicen, no hay castigo que alcance y nada repondrá las vidas de las víctimas, pero siempre es importante que no haya impunidad y que se sancione con severidad a quienes atentan contra la paz y la tranquilidad de los ciudadanos, en especial cuando se trata de personas de bien, totalmente ajenas a actividades ilícitas.
De ser así y de confirmarse estas versiones, es probable que en este mes de agosto pudiera dictarse su sentencia en juicio abreviado, siempre y cuando la propia defensa de José Luis esté de acuerdo, así como también los familiares de las víctimas.
Hay que recordar que el juicio abreviado se da cuando hay elementos de prueba contundentes, y ya sea la misma Fiscalía quien ofrezca alguna consideración o la propia defensa quien la solicite, siempre y cuando el acusado reconozca su culpabilidad, ahorrándose el juicio.
De no ser así, entonces su defensa enfrentaría un juicio que si bien podría extenderse, terminaría en una condena superior a los 300 años de cárcel y sin ningún tipo de beneficio.
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