San Luis Río Colorado, Sonora.- Días previos a la designación de la Comisión Permanente del PAN Sonora, el Ing. Francisco Ochoa, ahora ya candidato de la alianza PRI-PAN, se habría acercado al Lic. Leonardo Guillén Medina.
¿Por qué a Leonardo Guillén? pues porque de los cuadros panistas otrora dominantes, entiéndase Enrique Reina, Florencio «Chito» Díaz, Everardo López y el mismo Guillén Medina, es precisamente este último el de trato más afable.
Sin embargo, así como puede ser el más amable y cordial de los 4, también es por mucho el que menos tiene problemas para expresar sus diferencias, y quien tenga dudas que le pregunte al Lic. Martín Ortega.
Al parecer el Ing. Ochoa, naturalmente interesado en fortalecer su eventual candidatura, habría tratado de tender puentes con el ex Presidente Municipal, supongo que pensó sería el menos complicado.
Fiel a su estilo, me cuentan que Guillén Medina no tuvo empacho en mostrarle su indiferencia, incluso recordándole que en el pasado no se sumó, y que ahora resulta incongruente que pida algo que antes no estuvo dispuesto a dar.
Después de todo quedó claro que el problema no eran las designaciones, sino que el problema era que el designado no era él.
Además, con su característico estilo frontal, el ex alcalde le habría recordado también que hace no mucho tiempo, Ochoa Montaño expresó públicamente que no los ocupaba para ganar.
Inmediatamente el Ingeniero nos (me pongo el huarache) habría echado la culpa a los medios de comunicación, «Los medios me malinterpretaron«, soltó excusándose, a lo que Leonardo respondió algo más o menos así: «Pues mínimo hubieras avisado»
Sobra decir que estamos imaginando la escena, pero más o menos el contexto así fue.
Difícil panorama para el Ing. Ochoa, porque no es un tipo acostumbrado a pedir ayuda o rogar, sino todo lo contrario, y tales cuadros panistas no son personajes que se puedan convencer a través de emisarios.
Como nunca en mucho tiempo se vislumbra una elección complicada para el PAN, y cuando más se necesita tener unidad entre la militancia, paradójicamente es cuando más parece dividida.
De sus aliados no resta mucho que decir, el PRD tiene una presencia prácticamente marginal desde hace mucho tiempo en San Luis, y en el PRI se mencionan muchas molestias porque se les cayó la candidatura de la diputación local del primer distrito, que era la única que tenían.
«Cómo esperan que trabajemos si toda la fórmula local es del PAN«, sería el reclamo común en el priísmo sanluisino, situación que tampoco le ayuda a la causa «pacorrista».
Los días avanzan y la campaña ya está a la vuelta de la esquina, el tiempo para sumar se termina.
Así le fue con Leonardo Guillén, imaginen cómo le iría con «Chito» o Enrique, o incluso con el mismo Everardo, quien estoy seguro la siente más personal que los demás.
No olvidemos que según su propia película, en las pasadas elecciones Paco Ochoa apoyó a Santos y a Morena, y que de algún modo contribuyó a la estrepitosa derrota de Everardo. Lo que resulta irónico, pues por azares del destino, ahora tendrían la inmejorable oportunidad de pagarle con la misma moneda.
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