El presidente estadounidense, Donald Trump, está seguro de que logrará la reelección el 3 de noviembre.
En una entrevista, asegura que la economía, los empleos que ha creado y el apoyo hispano son sus mejores armas. Y no tiene duda de que es el mejor candidato para México porque, dice, tanto él como el presidente Andrés Manuel López Obrador quieren “hacer grandes” a sus naciones de nuevo y porque para los mexicanos es bueno “cuando la economía de Estados Unidos es fuerte y cuando Estados Unidos es respetado en el mundo”.
Si, como confía, logra otros cuatro años en la Casa Blanca, sus prioridades para México no cambian: “Migración, tráfico de personas, seguridad y comercio”.
La entrevista, en la que Trump dijo que el control de fronteras es una cuestión de protección “de la soberanía”, se formuló antes de la captura del exsecretario mexicano de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, en Los Ángeles.
Con la pandemia de coronavirus, y una economía consecuentemente afectada, ¿cómo ve sus posibilidades de reelección?
—Vamos a ganar esta elección porque el pueblo estadounidense sabe que creamos la economía más asombrosa de nuestra historia. Una economía que creó empleos y prosperidad para todos los estadounidenses.
De hecho, llevamos el desempleo entre los hispanos en Estados Unidos a su nivel más bajo en la historia. Obviamente, el virus de China golpeó nuestra economía, como golpeó todas las economías en el mundo.
Pero estamos viendo nuestra economía rugir de regreso a pesar de los esfuerzos de Joe Biden y de la izquierda radical, en el otro bando, de ralentizar las cosas para herirme políticamente. Pero no van a engañar a los estadounidenses.
¿Y sabes qué me va a ayudar a ganar? El increíble apoyo que estoy teniendo de la comunidad hispana. Son muy trabajadores, estadounidenses patriotas que no quieren ver nuestra economía cerrada. No quiere ver las fuerzas de seguridad mutiladas ni anarquistas violentos invadiendo nuestras calles.
Creen en la libertad y la oportunidad para los individuos y las familias, no en más control y regulaciones de los burócratas gubernamentales. No quieren ver este país adoptar las mismas políticas socialistas que han llevado grandes países como Cuba y Venezuela a la ruina. Así que vamos a ganar esta elección con un apoyo sin precedente de los hispanos.
Hablando específicamente de la relación con México, ¿qué lo hace un mejor presidente que Joe Biden?
—La relación entre Estados Unidos y México está mejor que nunca. Tengo una relación increíble con el presidente [Andrés Manuel] López Obrador. Me visitó en la Casa Blanca hace unos meses, fue un honor que fuera su primera [y hasta el momento la única] visita al extranjero como presidente de México.
Mis políticas han ayudado a hacer nuestro país grande otra vez, y lo mantendremos grande, y cuando las cosas van bien para nuestro país, también van bien para México. Cuando la economía de Estados Unidos es fuerte y cuando Estados Unidos es respetado en el mundo, es bueno para México.
Joe Biden representa todas las políticas fallidas del pasado. Tuvo altos cargos públicos en el gobierno de Estados Unidos por 47 años. ¿Qué hizo para mejorar las relaciones con México? ¿Ayudó a solucionar el problema de la migración? ¿El problema de las drogas?
Veamos lo que hemos hecho en sólo 47 meses. Reemplazamos el NAFTA (TLCAN), uno de los peores tratados comerciales de todos los tiempos, con el USMCA (T-MEC), que es el mejor acuerdo comercial en la historia. Es grandioso para Estados Unidos, es grandioso para México y es grandioso para Canadá.
Estamos en el mismo equipo y vamos a derrotar a China y a otros países que nos han estado estafando por años.
Tenemos un gran acuerdo con México para trabajar juntos y evitar que personas de todo el mundo usen a su gran país como un colchón para entrar a Estados Unidos.
México está protegiendo su propia soberanía, como nosotros estamos protegiendo la nuestra. Y al controlar mejor nuestras fronteras, ambos estamos avanzando en el combate a las drogas y el tráfico de personas.
Joe Biden quiere regresar a las fallidas políticas que avaló y respaldó, con fronteras más débiles y reglas comerciales más débiles. Eso no es bueno para Estados Unidos ni para México, y creo que la gente lo sabe.
La única visita que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho a un país extranjero es Estados Unidos. ¿Cómo ve la relación con México si es reelecto? ¿Cuáles serán las prioridades?
—Como señalé, tengo una gran relación con el presidente López Obrador. Ambos nos agradamos y nos respetamos. Y nadie esperaba eso; cuando fui elegido, en 2016, todos los expertos en televisión y los periódicos decían que Estados Unidos y México tendrían una relación terrible.
Pero quiero hacer grande a Estados Unidos otra vez, y el presidente López Obrador quiere hacer grande a México de nuevo. Así es como debería ser: todos los líderes deberían estar cuidando de sus pueblos, de los pueblos que los eligieron.
Y es importante para el pueblo de Estados Unidos, y para el pueblo de México, que nuestros dos grandiosos países tengan una gran relación porque compartimos una frontera de 3 mil 200 kilómetros.
Tenemos que trabajar bien juntos para hacer más prósperos y más seguros a nuestros países, y eso es lo que estamos haciendo.
Las prioridades en nuestra relación con México han sido, y seguirán siendo, migración, tráfico de personas, seguridad y comercio. Hemos estado trabajando juntos muy bien en estos temas, y hemos logrado un avance increíble para beneficio de las personas a ambos lados de la frontera. Ambos sabemos que necesitamos poner esa frontera bajo control y mantenerla bajo control. Ningún país puede tener seguridad o prosperidad si no tiene bajo control sus propias fronteras.
De alguna manera, la crisis migratoria se detuvo debido a la pandemia de coronavirus. Pero la crisis que ésta ha generado llevará a más personas a abandonar sus países, en busca de una vida mejor. Si es reelegido, ¿cómo puede su gobierno trabajar con el de México para enfrentar este problema?
—Estados Unidos y México han hecho un trabajo increíble trabajando juntos durante la pandemia. Hemos logrado mantener nuestra frontera de 3 mil 200 kilómetros abierta al comercio y otras actividades esenciales todo el tiempo, protegiendo nuestras economías y permitiendo que crucen comida y otros artículos básicos.
Pero también hemos protegido la salud de nuestros pueblos al restringir los viajes no esenciales a través de la frontera terrestre.
Si la pandemia nos demostró algo, es la importancia de que una nación controle sus propias fronteras. Siempre habrá gente en este mundo buscando una vida mejor.
Con suerte, podrán encontrarla en sus propios países. Si quieren mudarse a otro país, hay una forma legal de hacerlo. Nuestro mensaje es simple: la gente necesita respetar nuestras leyes.
No es justo para la gente que ha esperado su turno, siguiendo las reglas, que otras personas entren al país ilegalmente. No es justo para los trabajadores estadounidenses. Y no es justo para los mismos migrantes indocumentados, que enfrentan peligros horribles en su viaje a Estados Unidos.
Es cruel alentar a las personas a tratar de emigrar ilegalmente a Estados Unidos y sólo es un gran negocio para los traficantes de personas y contrabandistas. Es por eso que vamos a seguir trabajando de cerca con el gobierno mexicano para asegurarnos de que las personas de todo el mundo no crean que pueden entrar a Estados Unidos ilegalmente a través de México.
Eso no es bueno para Estados Unidos, no es bueno para México y no es bueno para estas personas. Ningún presidente ha hecho más para acabar con el tráfico de personas y el contrabando, y voy a seguir luchando hasta que pongamos a los traficantes y contrabandistas fuera del negocio.
Con información de EL UNIVERSAL.
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