Payasita Chabelita, 18 años fabricando sonrisas en SLRC

San Luis Río Colorado, Sonora.- Hace poco más de 18 años, cuando sus hijos eran todavía pequeños y en el contexto de los festivales infantiles escolares, nació -sin tenerlo previsto- la Payasita Chabelita.

En ese entonces Leticia Isabel Reyes nunca imaginó que sería un personaje que no sólo la acompañaría a ella por casi ya 2 décadas, sino también a cientos de niños sanluisinos que la han hecho parte de sus celebraciones y cumpleaños.

Chabelita cuenta que en ese primer festival, donde se maquilló con corazones en la nariz y cachetes, y que además le tocó motivar a otras mamás, fue que despertó la inquietud en ella.

«Yo ya tenía cierta inquietud, por un evento en el Bosque donde miré a Jannet, que es Chispita, una payasita que aprecio y quiero mucho. Y pues lo comenté con mi familia y me animaron. Volviendo de un viaje llegué con todo, preparé un vestuario y comencé», recordó.

Reveló que pocos saben que su primer nombre fue ‘Payasita Matraquita’, por aquello de que era muy ruidosa, pero debido a la dificultad que representaba para los niños el pronunciarlo, es que optó por rebautizarse como «Chabelita».

«Pues yo me llamo Isabel, y todos ya me dicen Chabelita, pues entonces seré Payasita Chabelita. Y como te dije, a los niños se les dificultaba pronunciar el de Matraquita, por eso lo cambié», explicó.

Dice que siempre mantuvo una conexión con los niños, pues a pesar de ser una mujer adulta, en sus reuniones y convivios familiares seguía estando más con los pequeñines.

«Yo de niña era como la líder, siempre les decía a otros niños ahora vamos a jugar a esto, ahora a aquello, y ya de grande estando casada seguía siendo igual. Todos traían su cotorreo, tomando, en su cotorreo de grandes, y yo jugando con los sobrinitos. Entonces siempre he tenido mucha conexión con los niños», citó.

-¿Recuerdas cómo fue tu primer evento?

«Fue con la sobrinita de mi estilista, una niña de 6 años. Ese día tuve una anécdota muy chistosa, que todavía me recuerdan y se rien, porque no traía show de baile, todavía no sabía hacer globoflexia, y ya había pintado y jugado con los niños, y como hasta el día de hoy no me gusta estar en una fiesta sin hacer nada, nunca, aunque haya pocos niños, a veces hasta al brincolín me ando subiendo, pero no me gusta estar parada sin hacer nada, y esa vez así me pasó, y yo pensando ahora qué hago, y pues que me meto donde estaban preparando la comida y me puse a calentar tortillas. Ese fue mi primer evento, un 17 de junio del 2006″

En sus inicios, Chabelita fue » Matraquita» por un breve periodo.

–En tu opinión, ¿Cómo debe ser una buena payasita?

«Alegre, sí o sí, tiene que tener el gusto por tratar a los niños, tiene que ser paciente, amable, servicial. Es un centro de atención la payasita. Se puede escuchar vanidoso, pero es un centro de atención porque todos los invitados están viéndote trabajar, ven cómo tratas a sus niños, cómo te desenvuelves, qué haces, cómo lo dices, tienes que tener un gusto por los niños, porque eso se nota a 5 mil kilómetros»

–¿Ha sido difícil mantenerse por 18 años?

«Difícil no, no porque es algo que disfruto día a día. Para mí, Payasita Chabelita ha sido mi escaparate a todas las emociones. Yo el día que cuelgue a Chabelita, no sé qué va a ser de Leticia Isabel. Pero difícil no, porque siempre he disfrutado mi trabajo. Puedo andar enojada, triste, cabizbaja, enferma, puedo traer un mundo de emociones, pero al momento que me maquillo y me pongo mi vestuario cambio totalmente mi actitud. Soy poseída por el personaje. Podrá escucharse muy dramático, no sé como lo tomes, pero soy muy entregada, Chabelita ha sido muy gratificante para mi vida»

-¿Tu mayor satisfacción como payasita?

«Son muchas, pero la principal es que los niños me recuerden, dejarles un recuerdo bonito. Por ejemplo ahorita me encuentro a adolescentes o jóvenes ya grandes en la calle o en las mismas fiestas, y es muy gratificante que me saluden y me vean con agrado y me digan Chabelita tú fuiste mi payasita cuando tenía tantos años. Incluso, algunos que ya son papás y que me lleven a las fiestas de sus hijos es wow, eso es muy bonito, eso te dice que lo estás haciendo bien. Y te puedo decir que poder llevar alegría a tantos niños, a través de mi personaje, es una gran bendición»

-¿Algún momento difícil o más complicado?

«Creo que la muerte de mis padres, ha sido lo más difícil que he pasado. Y muy complicado porque salí a trabajar a los días. Mi papá muere en pandemia, en el 2020, y a los 2 años muere mi madre, en año nuevo. Y pues quedó huérfana en menos de 3 años. Y sigue siendo difícil, porque eran un gran apoyo para mí, eran mi todo»

«Pero dije yo, el show debe continuar. En ambas situaciones a los días salí a trabajar, tratando siempre de poner la mejor sonrisa y la mejor actitud. Creo que eso ha sido lo más difícil, tanto como persona y como payasita. Pero yo sé que ambos están muy orgullosos de mí, allá arriba, juntitos»

-¿Hay Chabelita para rato?

«El día que yo me miré ridículamente mal, valga la redundancia porque como payasita siempre hacemos un poquito el ridículo, pero creo que yo quiero retirarme honrosamente. No quiero retirarme cuando se me mire mal mi maquillaje, cuando ya no pueda inflar globos, o cuando ya no pueda bailar, yo no quiero verme mal. Yo quisiera que me recordaran como una payasita que siempre estuvo brincando, bailando, bonita de su cara, bonita de su maquillaje, porque hay que retirarse con dignidad. Pero esa respuesta sólo Dios, aunque espero que Dios me permita seguir mucho tiempo en este maravilloso mundo de los niños»

–Un mensaje para todas esas familias que con sus festejos han sido parte de Chabelita…

«No hay nada más que un profundo agradecimiento a cada una de las personas y familias que han hecho de estos 18 años algo maravilloso en mi vida. El que me permitan entran a sus hogares, a su núcleo familiar, el que me permitan convivir con sus hijos es increíble, aportar ese granito de arena en la convivencia de sus hijos es maravilloso. Además es algo que se está perdiendo, hay que recordarles que tenemos a unos pequeñiñes a los que tenemos que quitarles la tecnología de las manos y enseñarles a vivir, a crecer con amor a crecer sanos. Solamente tengo que dar gracias infinitas»

«Y a las nuevas generaciones de payasitas, que están surgiendo bastantes, decirles que permanezcan, pero que lo hagan con amor, porque el amor es el tronco común de esta profesión. Trabajar con niños es sinónimo de amor, y que se preparen, que busquen la manera de mejorar, porque hacen falta muchísimas personas que se dediquen a trabajar con niños»