San Luis Río Colorado, Sonora.- Hace días la Fiscalía de Sonora informó sobre la sentencia de 20 años que logró en contra de Bertha Yadira «N», una mujer de 46 años de San Luis Río Colorado, a quien se le comprobó el delito de maltrato infantil.
Dado que las sentencias por maltrato infantil no son comunes, y menos con dictámenes de 20 años de cárcel, me di a la tarea de averiguar un poco más sobre el caso.
Y sin ánimos de amarillismo, me encontré una historia mucho más terrible de lo que podría imaginar, y por eso mismo me parece importante exponerlo, para que estos casos no sigan ocurriendo.
El inicio de este caso en el tema judicial arrancó en noviembre del 2023, cuando por medio de múltiples llamadas anónimas realizadas al DIF Municipal, vecinos de Bertha Yadira denunciaron los abusos y las golpizas a su hijastra de 11 años.
Las pruebas que aportaron los vecinos fueron videos, donde se observa a Bertha Yadira golpeando a la menor, tanto en el patio trasero como delantero de su vivienda, ubicada en el fraccionamiento Joyas del Parque.
Dados los elementos de prueba, para el 23 de ese mismo mes de noviembre el DIF Municipal ya le había quitado la potestad de la menor, y dos días después ya se le había girado un citatorio judicial, para el día 9 de enero, donde se le terminó formulando la imputación y posteriormente la vinculación a proceso.
Fue el principio del fin para Bertha Yadira, y contradictoriamente el final del sufrimiento para su hijastra, de quien no revelaremos su nombre para evitar en la medida de lo posible revictimizarla.
¿Qué sabemos de los verdaderos padres de la menor? pues como era de esperarse están totalmente ausentes. Su padre se encuentra actualmente preso, y de su madre se desconoce su paradero, al parecer víctima de sus adicciones.
De acuerdo con las indagatorias, la madre la dejó a cargo de Bertha Yadira, con la promesa de que algún día volvería por ella, lo cual no ocurrió, salvo algunas esporádicas llamadas telefónicas.
Por si fuera poco, la hijastra es discapacitada visual, pues sólo le sirve un ojo, el cual irónicamente su madrastra ayudó a salvar, pues consta que en el pasado estuvo pidiendo apoyo vía boteos para su operación, lo cual consiguió con éxito.
Volviendo a la investigación y a la presentación de pruebas, la menor presentó golpes en prácticamente todo su cuerpo, desde arañazos (uno en el rostro de 8 cm) hasta quemaduras.
Los golpes con el cinturón y cables de luz también estaban presentes en su espalda, piernas y glúteos. Hasta llegó al grado de quemarle el cabello.
La violencia era tal que la jovencita declaró que miraba videos en YouTube sobre cómo poder curarse ella sola las heridas, pues sobra decir que trataba de ocultar su maltrato, dado que su agresora la tenía amenazada de muerte.
Todo esto consta en fotografías y videos. Averiguamos también que un primer abogado que contrató la familia de Bertha Yadira para defenderla, simplemente abandonó el caso, pues al tener acceso al expediente sintió mucha indignación.
Por tal motivo la Fiscalía le terminó asignando un defensor de oficio, que al parecer motivado por sus indignantes abusos, tampoco atendía sus llamados.
La familia de Bertha Alicia tuvo que interponer una queja, por lo que le asignaron a otro defensor de oficio, pero de poco le sirvió.
Al final, los elementos de prueba fueron irrefutables, por lo que el Juez determinó una sentencia condenatoria de 20 años de prisión, así como una multa de 829 mil pesos y 73 mil pesos más como reparación del daño.
¿Por qué abundar en esta trágica historia? porque es necesario escarmentar, porque es necesario que la gente sepa que esto se castiga de forma ejemplar, y que en caso de que haya por ahí algún otro maltratador de menores, al menos lo piense 2 veces.
Finalizo dando gracias a esos vecinos de Joyas del Parque que decidieron no ser omisos, que se tomaron el tiempo de acudir con las autoridades y hasta de grabar videos comprobatorios.
Es cierto que nadie quiere meterse en problemas ajenos, menos en estos tiempos donde nunca sabes con quién te estás topando, pero en ocasiones no queda más remedio que simplemente hacer lo correcto.
Gracias vecinos por ser empáticos y ayudarle a esa jovencita a terminar con ese infierno, y gracias a las autoridades por la sentencia ejemplar. Ojalá le den seguimiento y le ayuden a sanar en cuerpo y alma, para que no crezca replicando odios y rencores.
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