San Luis Río Colorado, Sonora.- Conocí a Lic. Thalia Forbes por allá de finales del año 2011, cuando recién iniciaban los procesos electorales con miras a la carrera presidencial del 2012.
En ese entonces todavía no existía Morena como partido, aunque ya empezaba a sonar como movimiento. La conocí literalmente repartiendo los periódicos Regeneración, que se editaban creo que cada mes y que eran afines al hoy Presidente López Obrador.
Era una labor que Thalia hacía por supuesto sin fines de lucro, por mera convicción y apoyo al movimiento. Además, no los repartía entre amigos o afuera de su casa, para nada, solía hacerlo en las colonias periféricas, en los tianguis populares, en las orillas de la mancha urbana.
Inclusive, en tiempo de calor. Con esto quiero enmarcar que Thalia siempre ha sido una fiel y entusiasta impulsora del Presidente López Obrador, cuando no era fácil decirse ‘obradorista’, porque hoy día es fácil sumarse, antes no.
Por eso me parece una mala movida su salida de la Sub Delegación de Bienestar, donde puedo decir que me consta que estaba 100% comprometida con la causa social del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Usted no está para saberlo, ni yo para contarlo. Pero la Secretaría de Bienestar es una dependencia que hace un trabajo titánico, y en honor a la verdad, siempre con necesidades presupuestales operativas.
Puedo afirmar que muchas veces Thalia Forbes hasta ponía de su bolsa, todo con tal de brindar un mejor servicio.
A veces contratando mobiliario (sillas) para los procesos de vacunación, a veces comprando alimentos o agua para su personal, y a veces hasta pagando servicios de la oficina de su propio sueldo, como el internet y la telefonía.
Por supuesto que muchas veces obtuvo ayuda de particulares, de empresarios o del mismo gobierno, pero otras muchas veces ella tuvo que entrarle, apechugando con recursos propios.
Y nunca se quejó. Thalia decía que estaba ahí para trabajar no para quejarse, y que tenía que buscarle soluciones a los problemas.
¿Por qué salió entonces? pues por mera politiquería, así de fácil.
Al parecer Jorge Taddei, el súper Delegado en Sonora, no encontró en Forbes esa alíada incondicional que él esperaba, y pues optó por colocar a alguien afín.
Conozco a Thalia y sé que lo último que haría sería politizar los programas sociales en pro de algún candidato político, porque simplemente no es de ese tipo de personas. Menos se inmiscuía en grillas o pugnas políticas.
En cuanto al mobiliario que había en la dependencia y que supuestamente se llevó, pues eran cosas de su propiedad. Desde que empezó con esta encomienda federal, Thalia fue poco a poco vaciando su casa, llevándose sillas, mesas, bocinas, escritorios, computadoras, todo con tal, repito, de mejorar el servicio.
¿Les parece que alguien sin compromiso metería hasta sus muebles? pues claro que no, y no tendría porque dejarlos, faltaba más.
El internet y el teléfono estaban a su nombre, dado que ella los pagaba de su bolsa. Nimodo que se fuera así como así. Menos después de la forma tan poco caballerosa en que fue retirada.
Por último, sobre las versiones infundadas en torno a su salida, puedo decir que naturalmente buscan esconder el motivo real. Pero como suele pasar, pero tarde o temprano todo sale a la luz.
Desde este espacio envio mi sincero reconocimiento a una mujer dedicada como Thalia, a quien respetuosamente bautizamos como La morena de Morena, porque sabemos que desde hace más de 10 años ha hecho una labor totalmente desinteresada en favor del movimiento de transformación.
Y ojo, porque es importante mencionarlo, siempre del lado de Andrés Manuel, nunca en el PRI o en el PAN, siempre con AMLO.
Y eso, coincidamos o no con la causa morenista, y sobretodo en tiempos donde nadie da nada sin recibir algo a cambio, es de respetarse y reconocerse.
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