Mi dominguito en el valle de SLRC

San Luis Río Colorado, Sonora.- Quería un domingo diferente. Quería poder salir de casa con la familia, pero sin tener que ir tan lejos, ni que tomara tanto tiempo.

No quería ir a Yuma, porque aunque está cerca, se te va mucho tiempo en las filas, y no quería perder todo el día. Tampoco al Golfo, es lo mismo, sales de mañana y regresas atardeciendo, cuando menos.

Entonces pensé en ir al Ejido Islita, sí, a este pequeño poblado que se encuentra apenas pasando La Grullita.

Mi esposa, muy afin al ritual ‘dominguero yumateco’, como toda buena fronteriza sanluisina, no se mostró muy convencida, pero accedió. Le dije que tenía tiempo queriendo conocer el ahora popular desayunador ‘El Americano’.

«Te recomiendo llegar tempranito, antes de las 10, porque se llena mucho y cierran temprano«, me sugirió un amigo, comensal crítico.

Pese a mi esfuerzo llegué poco después de las 10 de la mañana. Debo decir que para no perderme, desde que salí de casa prendí el GPS.

Para empezar me sorprendió que no estuviera ubicado sobre la calle principal del poblado, sino todo lo contrario, está escondido. Diría incluso que muy pocos se atreverían a poner un negocio en esa ubicación, que es prácticamente la orilla del ejido.

Sin embargo, para mi sorpresa estaba completamente lleno. El frente y los costados del establecimiento, tupidito de carros.

Nos estacionamos y decidimos entrar por el jardín, que también estaba lleno, sólo encontramos una pequeña mesa disponible.

Desayuné bajo la sombra de un mezquite y rodeado de plantas, con una taza grande café y un omellete enorme que parecía de 4 huevos.

Mi hijo hot cakes y mi esposa un platillo de pan con aguacate y huevos estrellados, más una penca de nopal.

Comimos muy bien y muy rico, pero además, fue algo diferente. Salimos de la rutina. Bien dicen que el restaurant no sólo te debe ofrecer comida, es un conjunto de sensaciones.

Cuando recién llegamos se acercó Zenaida, la propietaria, y después volvió cuando terminamos. Sin ínfulas conversó con nosotros y amablemente nos preguntó si todo estaba bien.

Además, no sólo supervisaba, su pañoleta en la cabeza dejaba ver que pese al éxito, seguía apoyando en la cocina.

«Oiga, está completamente lleno. Me sorprende que venga tanta gente porque está muy escondido. La felicito por su éxito«, le comenté.

«Gracias, soy muy bendecida por Dios«, respondió.

Nos retiramos con un excelente sabor de boca. Desayunamos rico y diferente. Y si por alguna razón no prefiere el jardín, también tiene su área refrigerada, por aquello del calorón. Sin duda volveremos, sin duda lo recomiendo.

En imagen el área de jardín de ‘El Americano’

-Llegamos al Museo del Valle

De regreso vimos el Museo del Valle abierto y llegamos. Queda de paso, en el Ejido La Grullita. Ahora están abriendo sábados y domingos. No recuerdo cuánto tiempo pero fácil tenía unos 8 años sin asistir.

Me llevé una grata sorpresa. Limpio y ordenado, con más artilugios y más historia. Para quien no sabe dicho museo fue la primera escuela del valle en San Luis Río Colorado, inaugurada en 1933.

La Comisión de Asuntos Históricos de San Luis Río Colorado la ha restaurado y conservado, gran labor del Profe. Severiano García Barba y su Presidente Germán Orozco Moreno (no el sacerdote), así como de otros buenos historiadores.

Si usted no ha sido, lo invito. Pero lleve efectivo, ya sea para comprar un libro o dejar un donativo.

Debo decir también que veo un gran potencial en ese espacio. Ojalá las autoridades se inmiscuyeran y apoyarán invirtiendo, enriqueciéndolo. Tiene todo para ser un espacio cultural campirano.

Yo sembraría más árboles y pondría asadores. También una sombra y ampliaría los baños. La gente está ávida de espacios recreativos diferentes, que ofrezcan algo distinto.

Prueba de ello es la concurrencia en El Americano y la docena de carros estacionados que para mi sorpresa había en el museo.

Al final volvimos a casa como a las 2 de la tarde, con la sensación de un lindo paseo familiar y hasta gastando poco, y además temprano.

Por más lugares así. Apoyemos. San Luis está creciendo muy rápido, y se requieren más opciones de distracción y entretenimiento.