San Luis Río Colorado, Sonora.- Con el paso del tiempo he aprendido a valorar las cosas no vanales que te da la vida, que sin duda siempre es bella, pese a sus naturales e inevitables contratiempos.
Tengo muy claro que cosas como el tener un hogar, una familia, amor, el tener salud, el poder ver crecer a tus hijos, buenos amigos, son más importantes que cualquier estatus social, lujo o cosa que pueda comprarse con dinero.
Una buena condición económica claro que es siempre importante, pero hay otras cosas que lo son mucho más.
Detalles como estar en paz o en una buena pachanga, como poder ir a la playa en domingo o entre semana, hacer una carne asada en familia o simplemente poder ir al parque a caminar.
También el hecho de poder hacer lo que te gusta, de tomarte un buen café por la mañana, de leer un buen libro, el poder hablar con tus padres y hermanos, de disfrutar de una linda tarde o incluso, pedir de comer eso que tanto te gusta para ver esa película o serie que tanto esperaste.
Si uno aprende a disfrutar todo eso, cuando nos toque enfrentar lo negativo, que sin duda también es parte de la vida, porque todo es un equilibrio y nada puede ser perfecto, viviremos mejor, más sanos en todos en todos los sentidos.
Sin embargo, debo confesar que hay un nuevo placer que he aprendido a valorar y que puede sonar algo superficial, pero existe.
Y es… cuando pierde el América.
Los anti-americanistas me entenderán. Simplemente nos da gusto, es un sentimiento agradable que nos pone de buenas, que no se puede comprar. No puedes ir al súper mercado y decir: «Deme un kilo de ardor americanista».
Y creo que ese sentimiento no está únicamente fundado en el equipo, que con razón o sin razón siempre ha navegado sobre la sombra de la trampa, sino también en sus aficionados, que en algunos casos son francamente muy difíciles, por no decir insoportables. En pocas palabras, ellos también provocan esta reacción cuando su equipo pierde.
‘Atentos que se viene el Rey de las remontadas, el ave de las tempestades‘, dicen algunos, ‘Hoy juega su padre cabrones’, dicen otros más recalcitrantes. Por supuesto hay más frases pero por respeto no se pueden citar.
En fin, el juego terminó y con ello también sus ilusiones. Se les fue el internet y los memes están atiborrando las redes sociales. Ojo que eso no tiene nada de malo, al final de eso se trata, para bien o para mal. Hay gente que al no consumir futbol o algún deporte lo critica o lo denosta, hasta con un clasismo espantoso, como si los hiciera mejores o peores.
Recuerden que cada quien es libre de darle importancia a sus gustos e intereses. Por más absurdos que estos parezcan.
Además, dicen que el verdadero disfrute de la vida está en los pequeños detalles. Para algunos puede ser irse a pescar o quedarse viendo series todo un día, para otros será ver futbol.
Disfruten su domingo, traten de verle siempre el lado positivo a las cosas, y si es anti-americanista como yo, no pierda por favor la oportunidad de enviarle por lo menos un mensajito a ese amigo ‘aguilucho’, y si de plano es americanista pues… lástima Margarito, ¿no que ya tenían la 14?
Y no olvidemos, por favor, que esto es meramente entretenimiento, y aunque las pasiones florezcan, porque naturalmente nos dejamos llevar, no debe sobre-dimensionarse y entenderse más allá de lo que verdaderamente es: un juego.
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