San Luis Río Colorado, Sonora.- Lo que de inicio fue una mala noticia para Don Zeferino Delgado y Piedad Torres, ambos de 76 años de edad y 52 años de matrimonio, se convirtió en una cadena de donativos y muestras de cariño.
Y es que después de sufrir el robó de su único vehículo, un Honda Civic 2000 que recién habían legalizado y que tenían apenas 1 año de haber comprado, la ciudadanía se volcó en redes sociales para apoyarlos, organizándoles una colecta que resultó todo un éxito.
Este sábado estuvieron al final de la Avenida Revolución, en el Parque Industrial de San Luis, donde alrededor de 150 personas se dieron cita para apoyarlos con donativos.
«Y no sólo eso, nos estuvieron dando mensajes de ánimo y muchas muestras de cariño. Hasta nos bautizaron como los abuelitos de San Luis», expresó Don Zeferino.
Precisaron que en total recibieron 12 mil pesos en el ‘boteo’ y otros 10 mil pesos que llegaron vía depósitos bancarios.
«Estuvimos recibiendo depósitos de 2 pesos, de 5 pesos, de 10 pesos, de 20, 50, algunos pocos de 500 pesos, yo les decía que no importa que fuera poco, que lo importante era ayudarlos», agregó Jonathan Gaona, esposo de su nieta y quien empezó a mover su historia en redes sociales.
Las bendiciones han llegado a tal grado que revelaron una persona -que les solicitó el anonimato- se comprometió a regalarles un carro, por lo que el dinero recaudado lo utilizarán para reforzar la seguridad de su hogar, para que no los vuelvan a robar.
«Tengo poquitos nietos, pero ahora tengo muchos nietos y de eso estoy muy agradecida con Dios y con todos los que nos han apoyado, porque es para nosotros una bendición muy grande«, compartió Doña Piedad, que es voluntaria en una iglesia de su comunidad, donde ayuda en el aseo e impartiendo clases de catecismo.
También comentaron que les salieron varios ‘hijos’ de cariño, personas que de buena voluntad los han comenzado a visitar.
«Estoy agradecido porque ahora tenemos otros hijos. Una señora hace poco me dijo que si podía ser su papá, y le dije que sí. Luego nos salió otro hijo, que hace poquito nos llevó para su casa a comer menudo, y nos trajo, el domingo. A mí me dice papá y a ella le dice mamá», finalizó Don Zeferino.
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