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San Luis Río Colorado, Sonora.- El pasado viernes 2 de julio, una familia hondureña integrada por Cristhian Noel Pérez Aguilar y Maily Anahí Vázquez Martínez, de 26 y 22 años respectivamente, así como un infante de 2 años, cruzaron ilegalmente a territorio estadounidense por San Luis Río Colorado.
Dados los más de 8 meses de gestación de Maily, que estaba embarazada de gemelos, optaron por cruzar vía el Río Colorado, siendo rápidamente detectados y detenidos por la patrulla fronteriza.
Cristhian comenta que apenas supieron su nacionalidad «catracha», los agentes estadounidenses les comunicaron que no estaban recibiendo hondureños, y que serían deportados a México de inmediato.
Ese mismo viernes y luego de aproximadamente 5 horas de detención, la familia fue deportada a México.
«Les dije que ella se sentía mal, que si podían atenderla, pero no nos hicieron caso, nos ignoraron por completo, ella se quejaba y ni siquiera la volteaban a ver», comentó Cristhian.
Y agregó: «No me importa que igual nos hubieran deportado, pero que tan siquiera la atendieran a ella, quizás mis hijos ahorita no estuvieran muertos»
Ya en México solicitaron alojamiento en la Casa del Migrante «La Divina Providencia», donde pasaron el sábado y el domingo, siendo este último el día en que Maily fue atendida de urgencia.
«Aquí llegó y la vimos un poco mal, pero pues con arriba de 8 meses de embarazo y luego con gemelitos, imaginamos que eran los achaques propios de su condición. El sábado aquí estuvo, y el domingo fue cuando se le reventó la fuente. Hablamos al Hospital General, fue atendida de inmediato, pero los bebés ya se encontraban sin vida. Para cuando le hicieron la cesárea los médicos ya le habían informado que sus bebés no mostraban signos vitales», narró Martín Salgado, encargado de la Casa del Migrante.
Por su parte María de la Paz Cortés, asesora legal de la familia, expuso que el caso ejemplifica una clara muestra discriminación y una violación a los derechos humanos más elementales.
«Se violaron sus derechos, los agentes de la patrulla fronteriza también son servidores públicos, ellos debieron brindarle la atención debida«, explicó la abogada, mencionando que su caso debe ser atendido por el consulado de Honduras para darle seguimiento.
Cristhian reconoce que la atención recibida del lado mexicano fue muy humana, tanto en la Casa del Migrante como en el Hospital General.
En cuanto a sus gemelitos, a quienes menciona con lágrimas en los ojos, precisa que sólo pudo tenerlos unos instantes, unos varoncitos a los que nombró Derek Yancol y John Patrick.
Al estar sólo de manera temporal en San Luis, naturalmente no podían recibir los cuerpos de loNaturalmente no podían os infantes fueron incinerados y sus cenizas colocadas en la pequeña capilla que se encuentra en el interior de la Casa del Migrante.
«Ese es otro detalle doloroso para nosotros, en Honduras no tenemos la costumbre de incinerar a nuestros seres queridos, y no vamos a tener un lugar a dónde irles a llorar o a dejar flores. Optamos por dejar sus restos aquí, aunque sea de manera temporal. Mi esposa naturalmente está muy afectada, tanto física como psicológicamente», finalizó.
En imagen Cristhian, al fondo se aprecian las pequeñas urnas con las cenizas de sus 2 bebés fallecidos.
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