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San Luis Río Colorado, Sonora.- Todavía sorprendidos por el suceso que representó la fiesta de XV años de su hija Karen, los señores Ramón Aguiluz y Bertha López accedieron a una entrevista para El 5to Poder, primero para agradecer a todas las personas que hicieron pasar a su hija una noche especial, y también para aclarar diversos puntos que fueron tergiversados o malentendidos por parte de la «comentocracia» de las redes sociales.
Los padres explican que debido a la pandemia estaban indecisos en cuanto a festejar a su hija Karen, pero que gracias a que el salón social les fue prestado de última hora, optaron por organizarla.
Sin embargo aclaran que nunca planearon un festejo con mucha gente, pues solo contemplaron poco más de 30 invitados.
«A ella le regalaron el vestido, nos prestaron el salón, nos prestaron la bocina para tener música, otros nos apoyaron con refrescos y desechables, nosotros lo que pusimos fue la comida, el agua de arroz y el pastel. Y pues decidimos no dejarlo pasar, era algo pequeño, para ella y sus amiguitas, gente cercana, de hecho teníamos gel anti-bacterial para los invitados, y como era un salón grande y al aire libre, no era un salón cerrado, entendimos que no habría mayor problema, que no era un acto irresponsable», explicaron los padres.
Ya en el festejo, comentan que había poco más de 10 invitados, y notaron a su hija un poco desanimada, en parte porque no había llegado su mejor amiga, con quien tiene amistad desde el Jardín de Niños.
Ahí fue cuando entró en acción la prima Ogla, quien realizó la publicación en redes sociales generando una respuesta inmediata, pues centenares de personas se dieron cita para felicitarla y para dejarle regalos.
«En la foto parece que estoy llorando, pero no es así, me agaché porque soy muy tímida, soy muy vergonzosa, en ocasiones evito las fotos. Lo que sí es cierto es que no llegaba mi mejor amiga, que era la que más esperaba«, contó la propia Karen.
El papá cuenta que su sobrina sí le tomó parecer en cuanto a la publicación, pero confiesa que no entendió muy bien lo que le dijo, pues no usa Facebook y desconoce a ciencia cierta como funcionan las redes sociales.
«Mi sobrina sí me tomó parecer, me dijo que iba a subir algo a las redes, pero yo no sé de eso, no uso redes sociales, no le entendí. Cuando me iba a imaginar que se iba a generar todo esto, yo lo que quería era que ella estuviera contenta, y estaba feliz por mi hija, por eso agradezco mucho a la gente que se dio el tiempo de llevarle un detalle y felicitarla», dijo don Ramón Aguiluz.
Cuentan que no pasó ni media hora cuando el lugar estaba completamente lleno, generándose caravanas de automóviles a las afueras del salón que pasaron pitando y gritando felicitaciones para Karen.
La jovencita revela que al principio pensó que se trataba de un error, que era gente que se había equivocado de lugar.
«Empezó a llegar mucha gente que yo no conocía y muchos disfrazados. Por eso yo creí que se habían equivocado de fiesta, aparte porque sabía que cerca de ahí habían organizado una fiesta de Halloween. Pero me empezaron a decir que era por mí, que por una publicación, y yo ¿Cuál publicación? yo no supe de esa publicación, no me di cuenta», indicó la quinceañera.
En imagen Karen Aguiluz López, tomándose una «selfie» el día de su quinceañera.
Cabe aclarar que mucha gente no se bajó del vehículo, sólo pasó en caravana, le dieron mensajes de apoyo, de felicitación, también le entregaron regalos y se fueron.
Con sorpresa comenta que recibió muchos presentes como ropa, bolsas, maquillaje, collares, aretes, cosas apropiadas a su edad, hasta dinero y un detalle de oro que le hizo llegar una joyería de la localidad.
«La mesa principal se llenó de regalos, y como fueron tantos que ya no cabían tuvimos que acercarle otra mesa. Imagínese lo que sentimos como padres al ver esos detalles para nuestra hija», dijo la señora Bertha.
Asimismo tanto los padres como la menor, no acostumbrados a tanta atención reconocieron experimentar sentimientos encontrados.
«Yo estaba feliz, pero era una felicidad mezclada con nerviosismo, porque era mucha gente. Me preocupara que pasara algo, que alguien causara algún daño al salón, o que fueran a sancionar al dueño por nuestra culpa. Mi esposo tuvo que tranquilizarme, me dijo que no me preocupara, que Dios sabía porque hacía las cosas, que atendiéramos a la gente como se pudiera»
«Quiero de verdad agradecer a las personas porque todos se portaron muy bien. Yo preocupada porque la comida se acabó muy rápido, también los refrescos, cerveza pues no pusimos, y la misma gente me decía que no me preocupara, que no llegaban para comer, que sólo querían acompañar a mi hija. Increíble la verdad, estuvo todo muy muy bonito», narró con emoción la mamá.
Karen igual confiesa que al ser una muchacha tímida se sintió un poco incómoda con la situación, sin embargo agradece de corazón todas las atenciones.
«Yo lo que entiendo es que tuve una fiesta que no fue normal, y por momentos me sentí un poco incómoda, confundida, nunca me ha gustado andar en escándalos ni nada de eso, pero agradezco todos y cada uno de los detalles que recibí. Sé también que hubo gente que criticó a mis papás, pero fue algo que no se planeó, era algo muy pequeño que se salió de control», precisó.
La mamá agrega que fue algo que se podría considerar especial, «Cuando terminó de tocar la primera banda, pensé que ya todo se iba a acabar, y en eso que va llegando otra banda de música. Y hasta la fecha no sabemos quién las mandó»
Como la cena se acabó, sin saber quién o de dónde, cuentan que llegaron muchas pizzas y refrescos. En cuanto a la mejor amiga de Karen, que llegó un poco tarde, sorprendida dijo: «Amiga, ¿Qué pasó? ¿Por qué hay tanta gente?»
Incluso la madre menciona que al finalizar la fiesta, que fue a la 1 de la mañana porque había que respetar el horario, la gente le ayudó a recoger la basura y las mesas.
«Yo les decía que no era necesario que nos ayudaran, que nosotros limpiábamos, pero nos ayudaron a recoger todo, fíjese nomás, hasta con eso la gente nos apoyó«, añadió la señora Bertha López.
Por último, apegados a su religión cristiana, los padres dijeron respetar las diversas opiniones y expresiones de la ciudadanía, pero reiteran que era una celebración sencilla, humilde, con una treintena de invitados.
«Por eso aceptamos la entrevista, porque queríamos aclarar eso, pero principalmente manifestar nuestro agradecimiento a todas las personas que de forma desinteresada se dieron un tiempo para hacer feliz a nuestra hija. Hay mucha gente buena todavía«, finalizó el padre.
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