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Hermosillo, Sonora.- Científicos sonorenses elaboraron un semáforo de riesgo para la reanudación de actividades en distintos sectores económicos.
De acuerdo con la información dada a conocer por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), el Gobierno del Estado de Sonora a través de la Secretaría de Economía, encomendó a científicos de este centro, El Colegio de Sonora (Colson) y la Universidad de Sonora (Unison) elaborar un documento con directrices de riesgos sobre la reactivación económica de empresas de rubros no esenciales en la entidad fronteriza.
Vidal Salazar Solano (CIAD), Lorenia Velázquez Contreras (Colson), José Antonio Cabrera Pereyra (CIAD), Isaac Shamir Rojas Rodríguez (Unison) y Jesús Mario Moreno Dena (CIAD) crearon la guía “Hacia un protocolo de reactivación económica en Sonora ante la pandemia COVID-19”.
Aunque se trata de un esfuerzo metodológico complejo, su resultado puede comprenderse como una semaforización del riesgo de contagio que representan diferentes actividades económicas, donde:
- Verde representa un valor bajo
- Amarillo significa promedio
- Naranja equivale a alto
- Rojo señala muy alto
En la elaboración de dicha matriz informativa, los investigadores se apoyaron en el Directorio de Unidades Económicas (Denue) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y analizaron sectores como: la agricultura, ganadería, pesca, minería, generación de energía eléctrica y gas, construcción, manufactura, comercio minorista y mayorista, servicios profesionales, servicios de hospedaje, entretenimiento y preparación de alimentos, entre otros.
Para el diseño del semáforo se construyó un indicador de riesgo que considera factores sociales y biológicos, tales como la edad, la distancia entre individuos en espacios de trabajo, la interacción y exposición entre personas ocupadas y el tamaño de la población de las empresas o negocios.
Además, se consideró la contribución de las empresas al Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) y la generación de empleos. En el documento, el grupo de académicos también presentó una serie de recomendaciones que tienen como antecedente las experiencias de China, Italia, Alemania y Estados Unidos, quienes, al haber reportado casos confirmados dos meses antes que Sonora, ya han empezado gradualmente la reapertura comercial.
Como parte de los hallazgos se destaca que el sector informático y de telecomunicaciones es el que presenta menor riesgo de contagio, mientras que el asociado con servicios de salud es el más propenso al virus por la naturaleza de su labor, que los obliga a exponerse a personas enfermas.
Como es de esperarse, el riesgo de transmisión es menor en aquellos espacios de trabajo donde conviven menos individuos; es decir, cuando en un negocio hay más de diez personas trabajando simultáneamente, es más probable que el semáforo cambie de amarillo (riesgo promedio) a naranja (riesgo alto) y, en consecuencia, aumente a rojo (riesgo muy alto) cuando se supera el aforo de cincuenta individuos. Sin embargo, esto varía dependiendo del tipo de comercio.
CIAD Mayo 2020
En representación del equipo de científicos, Salazar Solano subrayó que este semáforo no considera movilidad urbana, aforo, trayectoria casa-trabajo y puntos de reunión.
Es decir, no es un indicador “dinámico” (movimiento de la población), sino “estático,” basado en la empresa y en algunas de sus características, como único punto de interés.
Asimismo, puntualizó que esta matriz de ponderación de riesgos es solo una guía y que corresponde a las autoridades estatales definir la ruta de reactivación de actividades, así como la supervisión de la implementación de medidas sanitarias preventivas en cada una.
Agregó que continúa siendo de alta relevancia que la ciudadanía lleve a cabo prácticas de higiene rigurosas y reduzca su movilidad social sólo a lo imprescindible, ya que la pandemia no ha terminado.
Es importante destacar que, aunado a este esfuerzo, investigadores del CIAD, el Instituto Tecnológico de Sonora (Itson) y la Unison elaboraron un documento titulado “Lineamientos para la operación de empresas con actividad no esencial durante la contingencia por COVID 19”, que consta de protocolos sanitarios para ayudar a las pequeñas, medianas y grandes compañías a implementar sus procedimientos para reanudar operaciones.
Dicho trabajo también fue requerido por el Gobierno estatal.
Con información de EL IMPARCIAL.
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