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San Luis Río Colorado, Sonora.- Pescadores de la comunidad del Golfo de Santa Clara se mantendrán sin salir a la mar para lo que resta de la temporada de la curvina golfina, una de las más esperadas y redituables, publicó esta mañana el Diario Bajo El Sol.
Cooperativistas y permisionarios aceptaron la propuesta del gobierno federal para la compra de la cuota de pesca de 4,300 toneladas de curvina a cambio de no salir a pescar para extender la protección a especies como la vaquita marina y la totoaba, ambas endémicas del Alto Golfo de California y en peligro de extinción.
“Aceptamos esos acuerdos, aunque no nos guste, y esperamos que se cumpla el objetivo y esperamos que, al no salir a pescar, se termine de demostrar que los pescadores formales no somos responsables de la situación ambiental”, externo Carlos Tirado, presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Reserva de la Biósfera.
Con el acuerdo, el gobierno federal, a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) pagará a los pescadores 25 pesos por kilo de curvina, ingreso que, se estima, hubieran obtenido de haber salido a pescar en la temporada que inició en febrero y termina en abril.
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El líder cooperativista señaló que ese acuerdo no cubre la pesca de otras especies de la que se sostiene la comunidad, como el camarón, el de más beneficio económico, y cuya captura cumplirá 2 años de prohibición como parte de un programa para la protección de la vaquita marina.
“No sabemos qué pasará con esa veda, el gobierno federal no ha hecho ningún anuncio sobre si se levantará; el programa de dos años termina el 10 de abril”, detalló el líder cooperativista, quien añadió que, de continuar el decreto de prohibición de pesca, perderían la temporada de ese crustáceo, que se captura de septiembre a febrero.
A los pescadores les queda la opción de la pesca de jaiba, de julio a noviembre, y la de almeja, esta última temporalmente prohibida por la contaminación de las aguas por la marea roja.
Tirado agregó que está pendiente también la reanudación del programa de aprovechamiento de medusa o aguamala, producto que es exportado a países de oriente.
Reiteró que la actividad pesquera legal no ha sido factor para la disminución de la población de vaquita marina, y prueba de ello es que, en los dos años que tienen sin salir a pescar, se reporta que el número de ejemplares de esa especia protegida siguió disminuyendo.
Con información de Bajo El Sol
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